Los 12 signos zodiacales. Un camino de evolución.
No eres solo un signo zodiacal, eres todos.
Te propongo un viaje, una aventura energética donde comenzamos con toda la fuerza e ilusión para después ir tomando consciencia de todo lo que sentimos, percibimos, pensamos, somos… Un viaje evolutivo por las 12 energías que nos acompañan en nuestro desarrollo como Seres en expansión.
Atentos porque empezamos ¡ya!
Aries; En el mundo de las imágenes simbólicas, la conciencia se muestra pura e inalterable. Un torrente de luz y fuerza se expande imparable hasta alcanzar el objetivo. No hay nada que la voluntad no abarque y llegue. La manifestación del Yo no tiene fronteras. Comienza aquí un deseo impaciente de expresar toda esa identidad, de contagiar entusiasmo y alegría por donde viaje, hasta el punto de no registrar si ese deseo pueda tener consecuencias o no. El fuego de Aries quema rápido y se extingue rápido, para volver de nuevo a encenderse con un nuevo proyecto, una nueva conquista, un nuevo descubrimiento. Una energía desbordante y corta, inconsciente y pasional, necesaria para experimentar sin miedo lo que la vida nos ofrece. La conciencia se identifica aquí con su creación, con una explosión de Luz sin límites ni forma.
Tauro; La Consciencia en su capacidad creadora comienza a dar forma a todas esas expresiones de lo que es, a imagen y semejanza de un pensamiento, de un sentir, de sí mismo… Es perseverante y resistente pues solo hay perfección en su creación. Empieza a verse como materia, como cuerpo que le lleva a una experiencia diferente, un tanto pesada pues todo se lentifica, se estabiliza, se reposa… A través del alma, encuentra disfrute y placeres que jamás antes hubiera imaginado. Se siente parte de todo aquello que está experimentando. Es capaz de rendir honores a aquella que le nutre y que le hace experimentar tanto gozo. La Tierra ahora forma parte de su vida como dadora de energia y de alimentos. Siente un verdadero Amor por la naturaleza y esta le trae paz. Aprende que también tiene voz y la moldea con armonía y belleza. Como creador, se expande con sus vástagos a los que ama y estos le dan seguridad y confort, hasta el punto que siente dolor si se destruyen o pierden, y consecuentemente es capaz de llegar a manifestarlo con un gran apego. Descubre el ritmo y el pulso de la vida y con ella va trazando su camino, paso a paso, con paciencia y amor. El Espíritu junto con el alma, que es engendrada a semejanza de todo lo que Es, se ha encarnado en cuerpo para vivir una experiencia humana. Aquí emprende el verdadero aprendizaje de esta dimensión…¡Una gran aventura tenemos por delante!
Géminis; Desde la vivencia de un cuerpo que disfruta ahora de todos los sentidos, se comienza a descubrir que hay algo más que todo lo que su ojo físico ve, y se pregunta qué habrá más allá de su espacio. Siente la necesidad de moverse por el terreno que pisa y de relacionarse con diferentes realidades. Este signo o energía es la primera que aparece del elemento aire, por tanto hay un deseo de conocer, de interactuar con todo lo más próximo que nos rodea; vecinos, hermanos, parientes… El vincularse con personas distintas en cuanto a su forma de pensar y percibir la vida es un descubrimiento y un aprendizaje para conocerse más así misma, y también para saciar su innata curiosidad. Por primera vez hay un registro de un «Yo» y un «Tú», así pues, una necesidad imperiosa de saber qué nos diferencia y qué nos une. Es el primer signo dual, por eso su símbolo es el de los Gemelos, dos personas que son iguales y distintas a la vez, por consiguiente la comunicación va a ser el vehículo para satisfacer esa curiosidad intelectual de quienes somos. Descubre que podría estar escuchando y hablando sin horas.
«Soy mente»
Cáncer; Todo pensamiento lleva a una emoción y a un sentimiento. ¿Qué es la vida si no atendemos a nuestra capacidad de sentir? Toda experiencia me lleva a una reflexión, a una toma de conciencia sobre la forma de vincularnos con otros y esto tiene consecuencias… me siento sensible y vulnerable ante esto. El alma anhela intimidad y sentido de pertenencia. El amar se convierte en una prioridad. Se establece un modelo de vida en la que nos compartimos los unos con los otros, creando una tribu, una familia. Con esta energía se puede construir aldeas, pueblos, países, mundo… El alma se identifica con un grupo de personas al que les une un vínculo de amor. Sin duda fluir con las emociones nos abre a otra realidad que la mente no alcanza a comprender. Esta tiene otra manifestación gobernada por el corazón. Abrazar, alimentar, proteger, amar nos expande a una dimensión mayor, a una expansión de la conciencia.
Leo; Llega un momento en la vida que nos preguntamos quiénes somos. ¿Somos lo que la familia quiere que seamos o como los demás nos ven? ¿Hay algo más a descubrir interiormente? Comienza aquí un deseo de salir del hogar, de un espacio seguro que nos protege pero que quizás nos anestesia. La búsqueda de la individualidad nos invita a adentrarnos en otros espacios no conocidos. Tomamos conciencia de nuestra individualidad y capacidad creadora. Cortamos el cordón con lo materno y el “Héroe” se pone en camino. Ahora el alma anhela conectar con su parte más divina, con su expresión pura, con su autenticidad. Descubre sus dones y talentos, los cuales aportan luz y brillo personal. Le motiva mostrar toda esta pureza y ser reconocida por ello. El corazón es su fuente de energía que se irradia desde la inocencia más prístina. Hay alegría, felicidad, generosidad, pasión por este descubrimiento del “Yo”. La vida es mágica. Soy Sol y todos sois satélites. Soy creador.
Virgo; En este viaje de la conciencia por los distintos signos zodiacales o energías, se nos presenta un hecho que es incuestionable; pertenecemos a un sistema bien definido y con unas leyes determinadas, aunque dentro de todos brille la luz de la divinidad. ¿Cómo vamos a materializar esa individualidad? Esta energía de Virgo nos baja a tierra y nos dice que sin orden, y el cultivo de lo racional y práctico en nuestra vida diaria, no podremos tener éxito en esa manifestación pura de lo que auténticamente somos. Por eso, esta energía nos enseña a disciplinarnos, a perfeccionarnos y a utilizar correctamente la materia. Las ideas sin orientación, análisis y forma, son solo eso…ideas, sueños. Evitemos lo más posible el caos. También nos dice que aquello que queramos concretar y realizar, que sea para hacer un verdadero servicio a los demás, pues todos somos piezas de una sola cadena. Por consiguiente es necesario que aprendamos e integremos que lo que un individuo realice afecta al sistema en el que vivimos. Todos los procesos que ayuden al progreso de la humanidad; higiene, alimentación, salud,etc., se deben llevar a cabo con orden, trabajo y perfeccionamiento. Sin Virgo, el trigo no se transformaría en pan.
Libra; El caminar sola por esta experiencia llamada vida, se torna una ilusión pues constantemente me encuentro con otras almas que me hacen de espejo. Ahora se comprende que es necesario cooperar con otros que tengan el mismo objetivo pues todos salimos ganando. Estos acuerdos de colaboración nos lleva a obtener un beneficio que sin ese complementario no se llegaría a alcanzarlo. Es el encuentro y la integración de un “tú” lo que me enriquece, me armoniza y me complementa. Venus nos coje de la mano y nos lleva por senderos en los que vemos nuestra belleza y equilibrio. Como maestra de las relaciones humanas, nos otorga varios regalos; la ecuanimidad, la justicia y el arte de lo vincular. Con esta energía nos relacionamos con elegancia, buenos modales y capacidad negociadora. Se desarrolla la maestría de la estrategia relacional para que podamos “bailar” sabiendo cada parte es importante. Un baile estético y equilibrado de a dos.
Escorpio; ¿Quién dijo que la vida es solo armonía y equilibrio? Aquí no hay crecimiento. Sin fusión, intensidad, drama y pasión no hay transformación. No se puede experimentar esta existencia solo con aire. El vínculo de a dos conduce al deseo profundo de bucear en nuestras almas, a conocer cada detalle la experiencia, inundar nuestra relación con las más fogosas pasiones, emociones… La vivencia de esta fusión me hace comprender la capacidad que tengo de devoción y entrega hacia ti y hacia mi alma. En este camino hacia la Esencia, paso por diferentes procesos; desde el dolor más profundo por el abandono o rechazo del objeto deseado, hasta la transformación en amor puro, donde ya no hay apegos ni dependencia hacia otro. Nos sentimos como águilas que disfrutan del cielo y de la tierra, con un espíritu renovado y con la voluntad para compartirse con otros con consciencia. Pero esto no acaba aquí…luego comenzará un nuevo ciclo energético de transformación hasta que se toque el cielo definitivo. Un circuito espiralado constante y ascendente.
Sagitario; Comienza un periplo con una renovada visión sobre la vida. Un sentimiento interno de confianza y fe, ya habiendo trascendido el dolor, nos invita a explorar otros espacios desconocidos. El comprender que nos podemos vincular con libertad y desapego, nos da espacio para viajar hacia esa Luz interna que nos lleva a buscar la Verdad de todo esto que llamamos existencia. Esta inquietud por el desarrollo de la conciencia nos ayuda a descubrir un Universo que de alguna forma misteriosa forma parte de nosotros y viceversa. Con esta energía apuntamos la mirada hacia lugares lejanos y desconocidos para poder comprender las diferentes culturas y filosofías en este planeta y que nos llevan a tener una mayor comprensión de nuestra realidad. Esta ampliación de la conciencia nos lleva a ser optimista y positivo ante la vida. Ahora puedo compartir y enseñar a los demás toda esta sabiduría y a la vez, ser un alumno eterno ante tanto misterio. ¿Qué es la Verdad? Seamos más humilde ante algo más grande que nosotros mismos y que se nos escapa desde nuestro nivel de conciencia.
Capricornio; La fuerza de la expansión de la conciencia tiene como consecuencia que concentre mi energia y de forma a eso que siento verdaderamente realizar. Lo que es la visión de lo que es justo, inspirador, necesario y útil para toda la humanidad ha de hacerse. No basta con solo con visualizarlo, ahora, es obligatorio iniciar una nueva realidad social con voluntad, perseverancia y determinación. El “Yo” ha alcanzado su máxima madurez y desde ahí se estabiliza y da orden a los procesos conscienciales. Ahora se moldea estructuras firmes para que todas esa leyes esenciales se realicen por el bien de todos nosotros. En este elevado camino no se debe desfallecer, ni olvidar que no solo los objetivos son importantes alcanzar, sino que también los sentimientos y la espiritualidad conforman todo lo que yo somos.
Acuario; El alma, en su camino hacia sí misma, ha de integrar que es Consciencia encarnada en materia y que está en constante cambio y renovación. Es importante que comprendamos que ninguna estructura es para siempre y que el alma anhela evolucionar y conocer otros estados de consciencia. Para que esto suceda se necesita una cosa; liberarse de toda limitación material y volver a crear desde una tabula rasa, es decir, sin moldes predeterminados. Todo es movimiento y evolución, un juego constante de contracción y expansión. Esto nos lleva a un pensamiento más abstracto, no tan concreto ni tan personalizado. Las ideas originales, nuevas, científicas y futuristas nos invitan a crear una nuevo mundo a colaborar los unos con los otros, unidos en un fin común. Desde esa capacidad creadora podemos renovar todo sistema en el que se pueda abolir toda injusticia social y crear una sociedad fraterna e igualitaria. Ahora hay un solo proyecto, nuestro proyecto común de servir con el corazón a toda existencia.
Piscis; En esta fase del viaje de la conciencia, hay una total y profunda simbiosis con todo lo que se ha creado. Esta existencia no solo está llena de inteligencia sino que es la emoción lo que nos lleva a unirnos definitivamente en un solo ser. Tú eres yo y yo soy tú. Seres planetarios creados por una fuente de Luz infinita y amor ilimitado. Entrega y devoción llevada a la máxima conciencia. Por fin regresamos al hogar de donde nunca hemos salido pues todo fue una ilusión, un engaño de la mente. Ya no hay ruidos…sólo silencio. Somos guiados por el Ser para un fin mayor que una simple existencia. El movimiento ahora es circular, es oceánico, es sanador, es universal. Somos capaces de «sacrificarnos» para liberar a las almas retenidas en el vacio que produce el apego a la materia, pues hay un reconocimiento profundo de que todo es inclusión y por tanto, juntos, despertaremos. El deseo de ayudar a la humanidad nos inspira a crear una sinfonía armónica que invoca,evoca y convoca a la empatía y compasión de todos los corazones. Habiendo muerto en un “yo “que se siente separado de todo, podemos, por fin, volver a comenzar un nuevo ciclo lleno de fuerza, pureza, valentía y coraje…Yo soy Aries renacido en Amor y conciencia. Todo finaliza y se inicia constantemente.